lunes, 28 de noviembre de 2011

DESABOLLADO POR PEGAMENTO TERMOFUSIBLE

Desabollado de chapa por medio de pegamento termofusible
Reparación de abolladuras con adhesivos mediante tracción


Sin necesidad de pintar.. Conjunto básico de reparación con extractor.


Otra técnica de desabollado sin repintado en automóviles, es por medio de un adhesivo termofusible y utilizando fuerzas de tracción para recomponer pequeñas abolladuras en la carrocería sin necesidad de pintar. El principal provecho de esta técnica es evitarnos trabajos de desmontaje y montaje de elementos en el vehículo, aunque conviene recordar que no es una panacea y es en cierta medida menos eficaz que la tecnica con varillas.
Veamos a continuación los elementos necesarios a destacar y su forma de uso:




Ventosas - Tabs:

Elementos plásticos normalmente de nailon de diferentes tamaños y formas, a escoger en función de la abolladura a reparar.
En estos elementos se aporta el adhesivo y a su vez estos se centran en la abolladura para subsanarla.
Llamadas ventosas por su forma, aunque la forma de las bases de estas ventosas es normalmente convexa o incluso plana para adaptarse a las abolladuras.
Pistola aplicadora de pegamento termofusible:

Pistola para adhesivos termofusibles eléctrica.
Características especiales de estos adhesivos:
Exentos de toda clase de disolventes.
Productos en estado sólido inodoro, no inflamables, no nocivos para la salud.
No es conductor de la electricidad.
El pegado se realiza mediante la pistola-termoencoladora trabajando a unas temperaturas que oscilan entre los 180 ºC y los 220 ºC.
Herramientas de tracción:

En el mercado hay gran variedad de extractores para el desabollado con ventosas ya sean de inercia o articulados. Estos últimos son más precisos ya que vamos ejerciendo tracción progresivamente sobre la zona. Con los de inercia corremos el riesgo de "pasarnos" o desviar la trayectoria de tiro al tener menos precisión durante el proceso.

La herramienta de tracción se seleccionará en función de la abolladura a reparar. Ésta no debe dañar la zona donde apoya sobre la chapa, por tanto el chapista debe ser cauto en todo el proceso de reparación.



Proceso de desabollado:


Preparación para la reparación:

Tanto la abolladura, como las ventosas a utilizar, han de estar limpias y desengrasadas antes de comenzar la reparación.

Determinado por el tamaño de la abolladura se elegirá la ventosa a utilizar. Si la abolladura es pequeña, elegiremos una ventosa en consonancia.
Por regla general se utiliza una ventosa de tamaño inferior al de la abolladura.
Pegado de la ventosa:

El primer paso es calentar la pistola unos minutos antes de su utilización.
Cerca de la zona a reparar, agregaremos una pequeña cantidad de adhesivo a la ventosa y acto seguido la colocaremos en el centro de la abolladura. Esto debe hacerse rápido para una correcta fijación.
Enfriamiento del adhesivo:

Una vez pegada la ventosa esperaremos un tiempo prudencial para que se enfríe el adhesivo, mínimo 5 minutos antes de incorporar el extractor.

Si la ventosa no ha pegado bien tras el tiempo de espera hay que empezar de nuevo limpiando y desengrasando la zona y la ventosa.
El desabollado:

La tracción se hará de forma gradual hasta lograr la uniformidad de la zona.
Una vez realizado el tiro correctamente, se retira el extractor y se despega la ventosa. Para facilitar la tarea, en el mercado existen diferentes eliminadores de adhesivos que no dañan la pintura del vehículo.

En muchas ocasiones es necesario usar un puntero de nailon y un martillo pequeño para enmendar una tracción excesiva, o bien, para suprimir tensiones en la zona a reparar.
Terminación:

Al igual que con la técnica de varillas a veces es necesario finalizar el proceso con un pulimentado final.
       

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